En el CSDA estamos orgullosos de lo que hacemos y muchos de nuestros alumnos han conseguido hacer sus sueños realidad al dedicarse profesionalmente a lo que más les gusta, a lo que realmente les apasiona. Algunos de ellos han tenido la gentileza de contarnos su experiencia y vivencias tras su paso por nuestro centro. El próximo puedes ser tú.
El Título Superior de Danza fue, sin duda, un modo de coger carrerilla y aliento de nuevo. Llevabamos años trabajando y viviendo de la danza como bailarinas y docentes, pero volver al conservatorio supuso un trampolín para seguir creciendo. Nos abrió la mente y sinceramente, sentimos cómo dignificábamos y dabamos sentido a muchas cosas en las que creíamos.
Fue un lugar de encuentro con docentes y compañeros de la profesión que nos aportaron y ayudaron a seguir evolucionando. Aprendimos mucho ampliando información en áreas en las que nuestra formación era muy escasa, sobre todo a nivel pedagógico.
Profesionalmente, el Título Superior de Danza ha supuesto para mí la posibilidad de poder trabajar en lo que me gusta y me apasiona. Abrir mi propio negocio, un centro privado especializado en Danza Clásica que tiene la intención de ofrecer una enseñanza de calidad garantizando un aprendizaje apropiado a la edad y nivel del alumnado.
En mi vida profesional tener el Título Superior de Danza ha sido imprescindible para poder trabajar en centros donde me he sentido realizada como profesional pues he puesto en práctica mis conocimientos, he disfrutado formando a alumnos que hoy en día son profesionales y sobre todo puedo acceder a un mercado laboral que me interesa.
Mi titulación en “Coreografía y Técnicas de la Interpretación” me permitió desarrollarme dentro de la faceta creativa y artística en los años que estuve de directora del Ballet Español Illes Balears y en mi faceta actual, como profesora, son importantes las herramientas que adquirí y que utilizo hoy día en la formación artística de los estudiantes: estudio de repertorios, de bailes, de análisis coreográficos, actuaciones, talleres coreográficos, etc. teniendo muy presente que desarrollen su capacidad creativa y artística como objetivo de la Enseñanzas Profesionales que estudian. Además de los innumerables materiales didácticos que hoy día aún sigo teniendo en mi estantería más cercana y que no hay día que no abra algún apunte, libro, fotocopia, que sigue sirviéndome.
A nivel pedagógico obtener el Título Superior de danza me ha aportado nuevas formas de intervención docente, nuevos conocimientos e instrumentos que implantar en mí día a día como docente. Pero sobre todo, a nivel artístico e investigativo. Durante los años que duró mi paso por el conservatorio adquirí diferentes conocimientos y técnicas de cómo llevar a cabo un espectáculo, gracias a las docentes de danza española Teresa Neira, Mª Ángeles Santamaría y Cristina Alberola, que se preocupaban de formarnos en este ámbito más allá del currículum del curso, proponiendo actuaciones y eventos donde poder desarrollarnos como bailarinas y no solo como docentes.
Iluminación, organización, ensayos, trato con el resto de artistas y músicos, puesta en marcha de una obra desde la idea hasta el escenario, etc. Este tipo de actividades me aportaron mucho y hoy en día las sigo recordando cuando me enfrento a diferentes proyectos que llevo a cabo.
